Ha sido una gran experiencia correr en Moratalaz, y siendo un novato creo que tras esta carerra he empezado a dejar de serlo, al menos un poco, os cuento.
Llegué muy bajo de moral por culpa de la gripe J, con ligera fiebre, tosiendo todo el día y con malas sensaciones toda la semana, lo que me había dejando casi sin entrenar y tirando de gelocatiles e ibuprofenos. Pero basicamente mi problema (ahora lo veo más claro) es que nunca había competido sin esa sensación de estar bien, pletórico, nunca había corrido corto de gasolina ni de moral. Bueno, ya sí lo he hecho.
Cuando pasé la noche sin toser me levanté con la sensación de "día de carrera" pero sabiendo que no era mi día y que si me vestía lo hacía por pundonor más que por otra cosa.
1.- ESTADO INICIAL:
Cuando llegué no tenía esa "emoción" que te lleva a ponerte a tono para competir, estaba con sensaciones raras, casi como de "invitado", pero ahí estaba, de corto y con las Vomero listas.
Un gran dato significativo de mi estado de ánimo: cuando se da la salida me coge al final de todos los corredores, estaba aún estirando, saliendo el último de todos.
Realmente sentía que esa no era mi carrera.
2.- VALORACIÓN FÍSICA:
Hasta el k10 las sensaciones eran de desconocimiento de lo que mi cuerpo podía dar, reservando todo lo que podía y con un ritmo poco exigente, con más espíritu de finisher que de corredor, y lo que es más importante, sin entrar en la carerra.
Realmente corría sin saber si estaba en un diezmil o en un Medio o en una tirada larga dominical, un completo desastre, sin agresividad, sin tensión, "flojo", mi cabeza no mandaba impulsos de competición, solo tenía dudas...
3.- CONTACTO EXTRATERRESTRE:
Si os digo que vi a dos hombrecillos verdes nadie me creería; pues bien, entonces esto que os cuento ahora alucinaréis, pero es verídico, lo juro.
Cerca de completar 10k "me pasan" en una subida dos tipos, uno de 64 años, largo y fino, y otro "el Juan" de 72 años, un garbanzo con zapas y chandal dominguero. Cuesta abajo los rebaso pero en la siguiente rampa me alcanzan de nuevo. Qué cabrones. Hablo con ellos un rato y descubro que son dos tipos "con oficio", pero tela marinera y que si todo iba bien se atreverían con los 21k.
Un detalle para no olvidar: Cada vez que Juan, el de 72, se queda retrasado el largo le llama ¡¡¡¡¡¡¡Juanito¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡ ¿donde estás?, y el otro le dice ¡¡¡¡¡¡que ya voy¡¡¡¡¡¡¡¡.
Bueno, el ritmo era bajo aunque serio y en la siguiente cuesta abajo les dejo atrás, pero el largo, el de 64 me vuelve a pasar por el Km 15, y joder, al final entró en meta poco antes que yo. El de 72 no tengo ni idea de cómo terminó, pero doy fe que cuando la carrera se dividía en 12 o Medio Maratón estos dos tomaron el camino más largo hacia la meta.
Su compañía y verles correr ha sido toda una lección práctica de lo que quiero en mi vida.
4.- ASUNCIÓN DE LIMITACIONES Y TRAICIÓN DE CUERPO Y MENTE:
Cuando llego al punto donde la carrera se divide entre los 12k o continuar el Medio Maratón hasta el final mi mente flaqueó, dos segundos. Una leve duda, justo un poco de inseguridad en lo que estaba haciendo.
En seguida me recompuse y tiré para Medio Maratón pero claro, ya había dudado. ¿Qué me pasaba?. Pues ni más ni menos que el cuepo es sabio y en cuanto no se está en perfectas condiciones la naturaleza tiende a la autoconservación. Ahí me di cuenta que mi enemigo eran mi cabeza y mis piernas.
5.- TIRANDO DE CORAZÓN. VOLUNTAS Y POTESTAS.
Estando sin fuerzas y viendo que mi cabeza tampoco estaba por la labor de ayudar, me puse a tirar de coraje y voluntad, sabiendo que en cualquier kilómetro podía desinflarme. Querer o poder.
Pasé el 15 ya con sensaciones de ir muy corto, afrontaba las rampas con miedo de quedarme planchado pero poco a poco llegué hasta el 20, siempre con esa sensación de inseguridad en lo que estaba haciendo.
Desde ahí todo cambió un poco, me entendí a mi mismo en la carrera, suena raro de cojones pero es así, y saltó la chispa, metiendo la directa a saco hasta el final, pim pam pim pam, pasando corredores (menos a la máquina de 64 años) y con sensación de estar evacuando todas las reservas de energía a cada zancada que daba, como si el mundo se acabara detrás de cada esquina, sin guardarme nada.
Cuando llego veo que he hecho 1h 45´ 30" (el oficial salía a 1.46).
6.- LECTURAS FINALES:
Se corre con todo, con las piernas, con la cabeza y con el corazón.
Se corre con voluntad.
Lo importante de un corredor no es su edad ni su marca sino sus ganas de correr y su capacidad de disfrutar de algo que lleva haciendo toda la vida.
En toda la carrera no había mirado el tiempo ni la velocidad; la carrera había estado dentro de mí todo el tiempo, lo cómodo frente a lo difícil, el descanso frente al esfuerzo, y al final pude aclarar mis ideas, darme cuenta de que el domingo no corría para hacer marca ni para buscar sensaciones, corría contra un tipo con el dorsal 94 que no estaba en condiciones físicas ni anímicas adecuadas pero que al final, y solo al final, pudo descubrir que quería correr.
NOTA FINAL:
El domingo correré el Trofeo José Cano, y voy a ir a por todas, con voluntas y potestas. Además mi hijo de 8 años se hace la de 2,5k, había competido en los cross que organiza su club y las carreas de velocidad de verano que organiza el ayuntamiento del pueblo donde veraneamos, pero es la primera vez que participará en una carrera de verdad, con todo el ambiente y solera que tiene este trofeo.