Los corredores solemos tener un lugar para hacer series y al cabo de los años se convierte en un sitio con un significado muy marcado pues representa como nada el espíritu del maratón, esto es, sacrificio y logros (palo+zanahoria).
En mi caso identifico las series con un arco iris, que lo ves, esta ahí, pero no existe un lugar concreto donde empieza o donde acaba, pero en lugar de color pongamos la palabra esfuerzo. Las series no duelen cuando sales ni cuando llegas, duele un poco después de salir hasta un poco anes de llegar.
Mis series de mil discurrian por el suelo rojo del carril bici y al llegar al pivote se cumplía la distancia obligada y solo al pasar a la zona de ladrillo la angustia terminaba, o mas bien habría que decir que empezaba la cuentra atrás de dos minutos para volver a comenzar la siguiente.
Esto es escribir de recuerdos. Ayer pasé por allí. Hay un edificio que antes no estaba, pero el cuerpo recuerda que se siente en ese lugar. Soy un yonki del sacrificio, lo reconozco.
Ese lugar es un punto en el mundo, muy pequeño. Otros lo usan para pasear, hacer deporte en familia, hay otros corredores que pasan por ahí pero yo tengo ese sitio para las series, es otra cosa. Ahora pienso que existen muchos puntos como este en el planeta, es otro modo de ver al mundo: un sitio para hacer series.
Y me pregunto si Amstrong cuando llegó a la Luna hubiera dicho eso de "he hecho un ...x1000 rec2´ en lugar de aquello tan hermoso de lo del paso del hombre y la historia. A los maratonianos nos hubiese gustado más, lo hubiesemos entendido mejor y ya ni te cuento si nos hubiera incluido altimetría y pulsaciones.
