viernes, 17 de enero de 2014
Una vida en camisetas
Una primera y una última vez, una de abandono, una de invierno para grandes gestas y otra de verano para lo mismo y una que pasa delante de mi casa, recorre parte de mi tirada larga dominical y acaba en las pistas de mi club.
En cada camiseta hay una historia. En algunas hay historias bajo la historia, y son piel bajo mi piel, pero definitivamente en esto de correr no hay nada, absolutamente nada más que el mero hecho de correr.
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Tengo la del abandono, yo no abandoné, la llamo "la camiseta del día que conocí a RA", bueno, también "la de mi primer maratón". Me queda grande, nunca me la he puesto ,pero no dejo que se arrugue ni se estropee.
ResponderEliminarCada vez me gusta menos guardar las camisetas. La mayoría terminan en el ropero de Cruz Roja. Pero tengo mi carpeta de los dorsales. Todos y cada uno. Perfectamente etiquetados. Me gusta abrirla de vez en cuando y reevocar.
ResponderEliminarYo tengo una de esas ¿te caben todavía?
ResponderEliminaryo de esas tengo la azul clarita y la roja que fue mi estreno como maratoniano, muchos recuerdos, y como bien dices, muchas historias en cada camiseta.
ResponderEliminarTienes que seguir escribiendo esa historia. Vete haciendo hueco en el armario porque vendrán muchas más camisetas
ResponderEliminarComo soy novato en esto del correr a mi todavía me hacen ilusión las camisetas. Supongo que siempre guardaré con especial recuerdo las de la maratón. Las demás, utilizaré las que sean mejores para entrenar y las otras pues acabarán donadas a algún colega que las ponga en el fondo de su armario
ResponderEliminarTodas forman parte de tu historia, los que llevamos muchos años en esto sabemos lo que es correr por una camiseta y valorar el tenerla.Esperemos seguir haciendo historias,un abrazo.
ResponderEliminarNo te pasa que algunas de ellas aún siendo feas e incómodas tetaren tantos recuerdos que te las pones una y otra vez?
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