Sin frenos ni reglas, por detrás me persigue un pasado olvidable, un presente que me quema en las manos y por delante nada me detiene, ni siquiera un futuro incierto. La gente en Madrid desea una primavera como la que hoy nos avisa, pese a las montañas blancas sobre fondo azul de este Belén. Nos hemos quedado casi sin tiempos verbales, al menos nos queda el pluscuamperfecto, por suerte mi preferido.
Es la calle Montera.
ResponderEliminarLa sala el Sol desemboca en esa calle, qué recuerdos. Qué grandes conciertos ví en esa sala: Weezer cuando no los conocía ni su padre, Dogs Dámour con Tyla cortándose el pecho con una botella...cómo me gusta esa calle. Cuando estudiaba allí era calle de putas, cuando Chueca era zona peligrosa y no zona chic como hoy. En Chueca vivía mi amigo manolo, en un piso heredado de su padre que debía ocupar por problemas de herencia. Cuántas veces desperté allí sin saber muy bien donde estaba. Era la época en la que los locales en Chueca eran casas con puertas cerradas, tocabas, te miraban por la mirilla y si les gustaba tu pinta te dejaban entrar. Aaah, que tiempos. Y lo mejor es que ya en aquella época corría, salía unas tres veces por semana, era un pacífico jogger, pero ya corría. Que buena entrada...
ResponderEliminarMe gusta. Tu prosa y la foto
ResponderEliminarBuena entrada Ra.
ResponderEliminarYo te voy a dar caña Ra. Como me entere que vuelves a esa zona (si es de mañana) y no paras a verme al curro, como te encuentre, te mango la bici. Fijo.
ResponderEliminarGonzalo. La calle tiene su punto. Pero ya ni siquiera Montera es lo que fue. Hay hasta una comisaría, fijate tu.
No es por meter presión, pero Isidro Gilabert, el rey licántropo, el emperador del punto 8 me ha confirmado hoy vía facebook que ya está apuntado al RnR Marathon de Madrid. Corre Barcelona en Marzo y Madrid en Abril. Vamos a hacer un sandwich que ni te cuento, arriba-abajo.
ResponderEliminar