Errare humanum est

En una semana vuelvo. He de volver. El aquiles no está como antes. Lo que puedo hacer puede que no coincida con lo que quiero hacer y me da miedo enfrentarme a esa realidad porque en ese segundo en el que sienta dolor o inestabilidad el resto de mi vida ya si será distimta. Trato de quererme con mis estrenadas debilidades, de reconocerme como estoy, se trata de mi limitación. 

Tanto que se la gente se pregunta dónde está el límite os puedo asegurar, que esté donde esté se puede vivir permanentemente al otro lado, pues el deseo de salir adelante bajo toda circunstancia es el sentimiento más humilde y arraigadamente humano, si bien el miedo que se siente te hace dudar hasta de ti mismo. 

No tengo ni idea de adónde voy, ni como va a terminar esto, pero se que no me voy a esconder, y aún acojonado saldré el lunes diecisiete a preguntarme si soy, seré corredor.

Errare humanum est y de tanto golpearme con la misma piedra la he cogido cariño. Esta mañana jugando con mi nueva tinta negra Parker las palabras cayeron fluidas.

 

Ground control to major tom 
Commencing countdown, engines on 
Check ignition and may gods love be with you