lunes, 22 de junio de 2015

En Las Vegas jugando al mus con pito, cuatro, seis y siete.

Sin la rutina de entrenamientos, sin participar en carreras y sin hacer una tirada larga en condiciones, ya casi no hay motivos para escribir en el blog.

Un blog de Maratón habla de correr aunque este desde hace tiempo habla más de no correr y de anhelar correr.

Sigo encendido y entusiasmado con preparar el Maratón de Castellón, pero la probabilidad de que pueda siquiera empezarlo ahora está en un 5 sobre 100, siendo generosos. El Maratón deforma la voluntad y aquí estoy aferrado a una improbabilidad, preparando lo que casi seguro no podré ni empezar, pero me resulta imposible dejarlo.

Con estos mimbres si escribeira más a menudo sería deprimente, tanto para mí mismo como para el lector, por eso lo hago cada vez menos. Puede que me arrepienta nada más publicar esto, pero no quería dejar pasar tanto tiempo.

Me suena feo lo que escribo, y la batalla que tengo planteada con mis aquiles y el Maratón es dificil de explicar. En lineas generales, antes atacaba la distancia desde la grandielocuencia de los esforzados entrenamientos y ahora desde la pequeñez, la deformidad y la ridiculez. Es otro camino, más alejado del deporte desde su punto de vista meramente físico.  

Estoy en Las Vegas, jugando al mus con pito, cuatro, seis y siete.Así, una partida tras otra, condenado a la mala mano permanente.

¿Que si voy a ganar?. No, imposible, pero esto no va de ganar, va de saber perder.

miércoles, 3 de junio de 2015

Camino a Maratón

Pasan los días y el objetivo está aún lejos e inaccesible. No me pidas que te explique cómo lo haré, porque no lo sé, pero yo sigo yendo, y el llegar es el premio para los de tanto ir y nunca parar.