martes, 26 de noviembre de 2013

42k42y

Cuando tenía 24 era joven. Hoy cumplo 42 y ahora con 42 soy maratoniano, que es como decir que no soy joven pero tampoco lo contrario. Me gusta el 42, preferiría no adornar la tarta de cumpleaños con esos números pero lo de la edad y el maratón es así, con el 42 por delante. ¿Mejor tener 21 y ser medio maratoniano?, ¿tener 10 y ser diezmilero?, ¿tener 8 meses y ser ochocentista?, ¿o tener 3 meses y ser velocista puro de 100m?, me parece que pese a todo me quedo con lo que tengo.

El viernes me libero del walker, a ver que tal. Corre richal, corre.





domingo, 24 de noviembre de 2013

Roma 1960 - Abebe Bikila



Salen a media tarde y se hace de noche en las afueras de Roma, el público abarrota las calles y un camino entorchado sustituye al limitado alumbrado público de la época.

El coche de la cámara ilumina los pocos minutos de grabación y me imagino cómo sería el resto de la carrera, a oscuras con las antorchas marcando el recorrido como en el impresionante tramo de Via Apia o la entrada al arco de Tito. Las calles desconocidas para casi todos no deben de dar muchas pistas de por dónde están, debió de ser dificil de correr.

También me imagino cómo serían las sensaciones de los corredores al apagarse los focos del rodaje. A cada corte se devuelve el silencio y las sombras desaparecen y solo hay oscuridad hasta el siguiente punto de luz de la próxima antorcha, todo en un camino mal pavimentado hasta el arco de la victoria en unos Juegos Olímpicos.

Hay sitios y formas de hacer las cosas que de modo casual y poco previsto se hacen imborrables. Bikila oro descalzo y Zatopek plata en su ritmo, un tipo se desfallece al entrar.

Maratón es el deporte de la victoria.

viernes, 22 de noviembre de 2013

Tendinosis, tercera semana de Walker, a tiro de piedra. Y abogado de grupo heavy.

Recapitulando. Me operé de una tendinosis del talón de aquiles el 17 de Octubre que me tiene del modo de vida maratoniano desde que acabé el Maratón de Madrid de 2.012.

Recuerdo lo que pensaba en aquella semana de pre-maratón, creia que si no forzaba mucho podía correr un buen maratón, me operaria y que los tres meses de reposo tras la operación me dejarían como nuevo de mis achaques. El lunes siguiente al Maratón sali a correr, los días sucesivos también y de modo desaforado pues la perspectiva sedentaria de la recuperación me impedía quedarme en casa. Salí y corrí mucho, tanto que en cuajé mi desgracia en un 2x6000 a 4 y poco, descalzo y por la orilla del mar, más por el agua que por la arena, pensando que esta cajita de cristal comprada en un chino era invencible y de hierro forjado.

La operación de hernia al final fue lo de menos pues antes de volver a correr ya necesite de una inyección de corticoides en el aquiles. La primera me dio para coger algo de forma en Agosto hasta que un día ventialgo me sacudió un pequeño latigazo en el aquiles. Yo ignorante de la fisiología humana, pensaba que era malo pero recuperable, pero ese punto fue de inflexión hacia peor, todo a peor. Al llegar a Madrid me puse otra inyección de corticoides y esta vez no me hizo nada de efecto. Corría y me dolía, pero al calentar desaparecía algo pero al cabo de los días la parte de dolor cada vez era más permanente y ocupaba la mayor parte del rodaje. No quiero nombrar lo de la rodilla porque ese es un capítulo que guardo para más adelante pero los dolores venían de demasiados lados y demasiado fuertes. ¡Jiuston tengo un poema¡. 

Al final casi como en el juego de la oca, salí de la hernia y me metí en la tendinosis, empecé a descansar entre rodajes, cada vez más tiempo hasta el punto que los lapsos fueron inmensos y las vueltas a la carrera igual de dolorosas. Un día comenzó a dolerme jugando al fútbol con mi hijo en el parque, andando, subiendo escalones, fin de la vida normal.

Desde Marzo mi GPS no guarda recuerdos, desmemoriado y sin energía duerme en un cajón.

Vi el Maratón de Madrid en blanco y negro tras una valla lateral.
Y lo eché profundamente de menos.

En Julio el traumatólogo intentó sacarme de ahí con un tratamiento de factores de crecimiento, sangre llamando a tendón, sangre llamando a tendón ... sin señal. Ni con tres semanas de Walker incluidas.

Lo inevitable llegó el 17 de Octubre, operado, rajado y grapado. Dos días después desgrapado, pero escayolado por tres semanas sin apoyo. En todos los sentidos. Tras esto otras tres de Walker, de las cuales ya han transcurrido dos. Con walker ha sido apoyando, que es mejor.

Queda una semana, siete días. Y empezaré la rehabilitación.

Las pocas veces que he apoyado el pie sin Walker no he notado dolor de tendinitis pero lo tengo aún muy grueso. Donde antes estaba un aquiles longitudinalmente bien definido ahora noto una pata de elefante hinchada. Cuando impulso siento que no me pinza el dolor en la zona media del aquiles pero es como si tuviera menos recorrido y me tirara del gemelo en su parte superior. No me atrevo a estirar del todo si no es en presencia de un fisio recuperador y no he comprobado del todo la situación real del talón.

Queda una semana para dar otro paso.

Nota de color: desde hace unos días cuando me levanto por las mañanas se me encasquillan dos dedos de la mano izquierda, pienso que por culpa de las muletas y voy con la mano como si saliera de un concierto de rock. Esto es lo curioso, me está sucediendo en esta semana en la que por primera vez en mi vida represento legalmente a un grupo de heavy metal, tal cual, soy un metal lawyer. Su Señoría, con la venia ... mi rollo es el rock.

miércoles, 6 de noviembre de 2013

Pam Anderson y Joy Johnson, corredoras en el Maratón de NY.

En Los Angeles Times publican unas fotos de ésta actriz que se ha hecho el Maratón de NY en 5 horas y 41 minutos.


La cosa es que me sorprendió la marca, dice mucho de esta gran actriz (van dos veces que digo actriz). Son casi seis horas, cuando llevas cinco horas el cuerpo te pide dejarlo y lo normal es abandonar si no tienes una especial motivación unido a una personalidad y carácter que sostengan eficazmente esa motivación.

A eso voy, una cosa es tener motivación, que casi cualquiera puede tenerla, y otra muy distinta es disponer de un carácter para afrontar esos retos. Eso lo da el entrenamiento diario, el salir a la calle a rodar, series o lo que sea y la ilusión de seguir avanzando, esa afimación diaria y habitual es lo que el día de la carrera hace que llegues. Si esta actriz (y van tres veces que la llamo así) lo ha conseguido es porque se lo ha trabajado.

En Maratón nada bueno ocurre por sorpresa. Me gusta la gente que corre maratones en casi seis horas.



Ella es Joy Johnson, era la corredora más longeva en participar del Maratón de NY, la acabó esta vez cerca de las ocho horas, habiendo sufrido incluso una caida cerca del 30 golpeándose la cabeza. Aparece una noticia hoy en El Mundo informando la noticia de su muerte. Según cuenta el periódico, llegó al hotel, se durmió y nunca se despertó del sueño maratoniano. Una muerte runner, absolutamente perfecta.

Una empieza y la otra acaba, modos de vida diferentes, mismo sueño, misma distancia.