martes, 17 de septiembre de 2019

El fondo mas oscuro y lejano de la forma física no es un mal sitio.


El fondo mas oscuro y lejano de la forma física siempre lo asimilamos a un lugar triste pero contrariamente a lo que se oye decir a muchos maratonianos, tengo que afirmar que no es un mal sitio. De hecho, es de los mejores sitios. Tiene vino blanco fresco, pan con ali oli, helados, paellas y calderetas, desayunos interminables y tablas de quesos tan excesivas como un vagón del metro de Tokyo.

He estado ahí durante varios meses y estoy empezando a salir. Es duro dejar el Verdejo cuando casi acabas de descubrirlo, y no se qué podría decir del queso ahumado, mi nueva debilidad. Pero ciertamente estoy haciendo avances.

Salgo a correr con dificultad, poniendo cuidado en evitar la sobrecarga de rodillas, que es el mal que nos castiga a los gordos.

Tengo maratones en mente, uno de hecho está tan cercano en fechas que me entra la risa solo de pensarlo, menos mal que los cientos de kilómetros que llevo en el cuerpo han desecho mi cerebro.

Ya no pienso, tan solo me apunto a maratones.


lunes, 13 de mayo de 2019

Maratón Madrid 2019, menos por menos es más.

El paso por el kilómetro 10 lo hice en 50', el medio maratón en 1:51 y lo completé en 4:33:21.
Son los números.

Estaba bien de peso, pero en seguida note que me iba deshidratando, se me cargaron los gemelos desde el k17 porque elegí mal las zapatillas, y eso unido al escaso fondo que traía hicieron una terrible mezcla.

Creo que ha sido el peor maratón de mi vida, el peor preparado y el peor corrido.

Pero lo acabé, y esto tratándose de maratón cumplo con eso de que menos por menos es más.

Maratón es el deporte de la victoria, esta vez en su cara más compleja.

martes, 26 de marzo de 2019

El maratón, ¿es cosa de gente feliz o de gente triste?

Siempre pensé que esto era más de gente que convive con el sufrimiento con facilidad, pero creo que estoy equivocado.

Si estás o eres feliz hay una pizca de alegría que te lleva subido, todos lo sabemos, pero si la tristeza te encuentra en algún punto del recorrido se agarra a tus pies y los hace de plomo.

No se si el infeliz corre para dejar atrás la realidad de su vida o para tratar de tener una experiencia cercana a "alcanzar aquello que desea", pero corriendo no se cambia nada ni se alcanza nada.

Corriendo se es todo lo triste que se es, no hay caretas ni disimulos. Si la pena estaba oculta se te planta en medio de una recta o al final de una cuesta, en cualquier lugar. Pero termina apareciendo.

Quizá los maratonianos no estemos mas capacitados que los demás para asumir el dolor, la pena o la tristeza, pero sí para mirarla de cerca sin asustarse. Y seguir corriendo.