martes, 25 de marzo de 2014

Homo Rodador

El domingo es día de tirada larga. Esta frase está clasificada junto a las de dos más dos es cuatro y de mayor comerás dos huevos y no hay mal que cien años dure. Casualmente y de hecho, todas ellas me son aplicables en cierto modo.

Acumular salidas con el tope en 6k no era sano, ya sabía yo que en algún momento la burbuja estallaría y como es de costumbre en el mundo maratoniano, cuando atraviesas una etapa de orden, mesura y control te viene "un día de esos" en los que sales a la calle, enciendes el GPS y justo tras dar el primer paso te viene esa sensación de Homo Rodador.

Hice 10k, pude hacer más, pero eso aún no toca.

El braceo se acompasa con el balanceo del tronco, no es como de costumbre, es la típica sensación de un buen kilómetro 25 de un Maratón, en seguida te hace sentir que has estado corriendo una vida entera, que estás ahí dando pasos de modo uniforme, fácil y rodado, que podrías estar una vida corriendo pero que lo importante es ese braceo especial, de rodador, sin rebote, cuando la sombra sobre el suelo no da saltos.

Instintivamente hago un trato con el dios del running. Yo lo pongo todo y tú limítate a mirar, pues voy a por el recorrido de "antes", el duro. Ya sabes, subir a Clesa, bajar hasta Clínica Cemtro y subir todo Montecarmelo hasta casa.

Donde unos dicen tramo final de Media Maratón El Pardo yo digo casa. (#chuliqueo).

Paso junto a la Clínica Cemtro. Está acordonada pues la salida de Adolfo Suárez es inminente. Qué extraño que a un tipo así no le acompañe el Don delante. Se llama de Don a tanto idiota que la cosa se desnorta.

La fachada está acordonada y en la acera de enfrente los periodistas gráficos apostan sus cámaras esperando el momento. ¿Momento?, pues momento #postureo. Saco el móvil y ante la mirada de la Policía este maratoniano venido a menos, se crece bajo el objetivo de su cámara. Era lógico, camiseta Mapoma, objetivo bizarro, focos, todo unido.

Abro paréntesis para speech no runner, político-personal y respetuoso. En estos tiempos los políticos de provincias hacen politicas terruñeras, ausentes de perspectiva, egoistas e insolidarias, donde los minutos de silencio por un hombre muerto son inundados de proclamas de medio pelo, ya sea por Más (cada día Más Nada) o por sus hordas futboleras en el Bernabéu. Lo de siempre de los de siempre. A paseo, estoy harto. Adolfo Suárez fue el hombre solo del banco, quien ante los injustos armados y bajo el riesgo de morir antepuso la honorabilidad de un país a su indemnidad. Ser Presidente no le permitía arrojarse al suelo, pues mi mi honorabilidad, la de mis padres y la de mis hijos estaba en juego. Si el se hubiera tirado al suelo, ¿cómo viviríamos hoy?. Otros en su situación, en fin, sin palabras. Suárez debería de ser maratoniano. Cierro paréntesis, hacer como si no hubiera dicho nada, please, que sigo contando.

Me guardo la foto para el recuerdo y echo a correr a 6´ "pelaos", empujando keniatas. ¡Soy Kompango¡, parte morcilla, parte chorizo y parte tocino. A la primera cuesta la fabada me mira a los ojos y me dice, esta comida no es de maratonianos y lo sabes.

Increíblemente no paro. Me pongo a ritmo "Pocoyó después de foll..." y termino casi como Chiquito de la Calzada. A pasitos pero corriendo. Paso delante de un megagimnasio y observo a los hamster emplearse a fondo sobre las cintas de correr. Echo un vistazo a los montes de El Pardo y no concibo como tendiendo esto ahí estén esos ahí así.

Llega un momento en el que puedo girar a la derecha y volver a casa. Evidentemente no lo hice. Esto en maratón y a maratón se llega siempre por el camino más largo. Al tercer metro empiezo a arrepentirme de la decisión. Esto es maratón y el maratoniano siempre se arrepiente de coger siempre el camino mas largo.

Casi llegando a casa tengo una bajada y dos rectas que solía bajar a machete. No hay fuerzas para eso y tengo miedo de la rodilla, llevo una rodillera que me está funcionando de lujo, así que bajo suave y lo cierro en 61'.

Peor marca personal, o lo contrario. Esto es maratón, un horror y lo contrario.

jueves, 20 de marzo de 2014

Primer mes de entrenamientos.

Leía en Twitter a un tipo que hace maratones llanas que no es lo mismo correr que entrenar. Muy cierto.

Yo entreno y creo que nunca en mi vida he corrido, ni siquiera ahora.

Acabo de terminar mi primer mes de entrenamientos y he conseguido rodar 6k, con suficiencia, orgullo y arrojo. Mi báscula dice que soy de 80kg. Vale, también dice otras cosas según el día, pero tampoco he puesto que pese 73kg, soy un tripas, es mi condición y bastante hago con limitarme el pan y las cervezas.

En este mes me he obligado a no superar los 6k y a controlarme en los ritmos. Ha sido fácil porque ciertamente no habría podido superar de ningún modo esas cifras.

El primer día arrancaba con dolor, con el aquiles tirando muy chungo y las rodillas suplicando clemencia, con zancada encogida y enrarecida. Poco a poco el paso se está alargando, la zancada va algo mejor y ya no tengo que parar cada kilómetro. Hay mejoría relativa pero haberla hayla.

La semana pasada paré porque me atropellaron en el carril bici y las rodillas estaban bastante mal. El descanso ha venido bien.

Esta semana he vuelto a salir, día sí día no, como vengo haciendo. El martes hice 5.7k en 35´24´´ y hoy 5.8k en 33´23´´. El mejor kilómetro lo hice en 5.03 y esta mañana en 5.05. Chissssssst, no es 4 pero casi.

Retomo la idea de correr y entrenar. Entrenar es correr con una meta, no solo hablo de números. Se corre para sondar la profundidad del alma propia y para descontar kilómetros a la línea del infinito. Se corre para darle un sentido al esfuerzo, para señalar un punto lejano y llegar hasta el, se corre para decir que se está vivo, se corre para pedir perdón por no ser tan buena persona como a uno le gustaría, se corre para agradecer a la vida todo lo recibido, se corre para compartir esfuerzo con un amigo, se corre para gobernar los ejes que sustentan el universo, se corre porque uno no tiene palabras para describir lo que ve en sus hijos, se corre para llegar, se corre para estar, se corre para sufrir bien dentro, se corre para estar en soledad, se corre para huir de la rendición por cansancio, se corre para darse uno mismo, se corre para ver salir al Sol, se corre para ser mejor, se corre porque somos corredores.

Observo a mi colega correr. El es de 3.15 y mis ritmos de 6´/k lo matan, se esfuerza por ir a mi lado pero a veces casi arrastra los pies para no irse demasiado y lo tengo que medio echar a empujones, le digo ¡venga hasta el final y nos vemos en la recta de vuelta¡ y como un perrillo tras una pelota de tenis sale disparado y en pocos segundos le pierdo. Veo su ritmo y me acuerdo de que ese mismo era el mío y alucino. No me puedo creer que yo hubiera corrido así. Pero da igual, tanto si algún día corro así, como si nunca puedo participar en carreras, o si nunca puedo terminar un maratón, soy corredor porque cuando digo que voy de ahí hasta allí lo cumplo. Maratón es el deporte de la victoria.


Esta foto pertenece a un 10k en El Pardo, era gratuita, se celebraba en Septiembre y la he descubierto archivada por error en una carpeta del portátil de nombre inverosímil. Podría haber sido borrada y ni me habría dado cuenta. Me ha recordado que kilómetros pasados no aseguran rentabilidad ni el éxito de kilómetros futuros y que las sensaciones y recuerdos no se guardan en cajones estancos, sino que se revuelven y se mezclan, formando otros nuevos. Somos lo que corremos, algo así.


domingo, 9 de marzo de 2014

09.03.2009 - 09.03.2014

El 9 de Marzo de 2.009 publiqué mi primera entrada en este blog:

Soy novato en esto del running, y he caido en casi todos los errores típicos de novatos, desde empezar a hacer kilómetros con unas zapatillas inadecuadas, los dolores de gemelos, tendones, rodillas, usar camisetas de algodón, salir sin estirar y terminar sin estirar, vamos, que como novato en esto se puede decir que ya soy un experto.

Cómo empecé: siempre he hecho deporte, realmente fútbol, pero cada vez menos, el equipo donde jugaba se deshizo, eché kilos, sobre los 85 y realmente la catarsis llegó en el verano de 2008. Jugaba en la piscina con mis hijos al balón y me dí cuenta de que mis movimientos ya no eran lentos, sino torpes, joder, era yo torpe. Claro, con esas piernas jamoneras, tripa de tripitir paella y de amigo de la cerveza, del pan, de los aperitivos, de los dulces, las pipas y mil cosas más, me estaba convirtiendo en un tío mayor, desproporcionado, jocómoseestropeanloscuerpos, vamos, en ese tipo de personas que cuan uno era joven pensaba que nunca le pasaría, ejemplificaba mis peores augurios.

Una cosa es el proceso natural de la edad y otra es la dejadez, y cuando eres deportista no puedes consentir ese tipo de cosas.

Bien, así las cosas, regresé de las vacaciones con 86 kilos de plena hermosura y exhuberancia, y decidí volver a ponerme en forma, eso sí, consciente de que esa forma debería ser la de un tipo de 37 años y no la que tenía con 20 años, y que el objetivo no era el perder peso, sino que era algo más profundo, reencontrar de nuevo eso que da el deporte con el firme propósito de no volver a dejarlo. ¿Cuando se ha visto un náufrago que abandone el barco que le recogió de la isla?.

Me puse unas Nike que me compré cuando nacieron mis mellizos, hace ya casi 8 años y di una vuelta cerca de casa de más o menos 800 metros. Acabé roto y sin aire, la barriga me daba saltos y las piernas me pesaban a plomo.

Al cabo de dos días volví a salir y terminé igual. Pasaron dos semanas y poco a poco el recorrido que hacía lo empecé a multiplicar, primero dos vueltas, y en poco tiempo hice hasta 6.

Esas Nike casi me matan por ampollas en los pies. Me hice con unas Reebook, con mejor amortiguación pero poco estables y la cosa mejoró. Subí la distancia, me iba hasta la Vaguada y volvía, o hasta Plaza Castilla y vuelta, con tiradas de 7 u 8 kilómetros y me di cuenta que poco a poco podía alcanzar metas más ilusionantes.

Llegó la Navidad y con ellas las rebajas, y me hice con unas Nike Vomero3. Pasé tres días con un dolor de gemelos y de tendones que me dejó asustado, ¿me habría gastado la pasta a lo tonto?. Empecé a pensar que era cierto lo que todas las web y los foros contaban que el tipo de pisada debía ser analizada por especialistas antes de comprarse unas zapatillas. Al cuarto día se abrió el cielo porque empecé a notar una mejoría paulatina hasta que desaparecieron todas las molestias.

Aquí tuve suerte, me hice la prueba de la pisada y era neutro con una pronación muy ligera con lo que las Vomero me iban bien. Realmente estoy encantado con ellas.

Poco a poco voy a más, me gusta correr por Madrid, ahora lo hago por la noche y salgo unas tres o cuatro veces por semana, siendo la tirada larga de 15 a 20 kilómetros.

Las carerras: fui a la San Silvestre por casualidad, una amiga estaba lesionada y me dejó su dorsal (con su camiseta); Julio, su marido y unos amigos también al corrieron, ellos con los que tenían marca acreditada y yo con la plebe. Pensaba que la haría en más de una hora y entraría en meta con las abuelas pero terminé en poco más de 55´ y eso que fui en plan paseo y viendo el espectáculo de la gente. Qué gozada. Por cierto, joder con algunas abuelas, van que se las pelan.

La siguiente fue la Fuencarral-El Pardo, ahí el lesionado fue Julio y la corrí solo. Había hecho la subida desde El Pardo a Montecarmelo y me pareció dura pero asumible y en carrera me di cuenta de la diferencia de hacerla con doce kilómetros previos más y a ritmo. Acabé sin gasolina en las piernas y me sobraba la ropa, pero la acabé.

Al día siguiente me puse a buscar más careras por internet, y ví la Medio Maratón de Madrid y llamé a Julio para proponérsela. La aceptó, él es un fenómeno en esto.

Ahora explico como procesé mentalmente en esos días: si me hago una carrera de 20 kilómetros con un perfil tan exigente como la Fuencarral - El Pardo si me apunto a una media maratón sería como bajar de nivel.

Mensaje al móvil de Julio: ¿nos apuntamos a la Maratón de Madrid?. En Montecarlo hay un día que abren el circuito para que los milloneti puedan correr con sus Ferrari y nosotros igual, ese día cierran las calles de Madrid para nosotros y por 50€ puedes correr a gusto aunque no seamos unos Ferarri.

Respuesta de Julio: sí.

Pues me apunté a la Maratón. Estuve ojeando planes de entrenamiento, y me encuentro que hay infinidad y que es muy difícil encontrar una localización adecuada para aplicar el plan como es debido.

En mi opinión, si cada uno ha de encontrar su propio plan, el mío se basa en recorridos por Madrid, buscando tramos combinados de largas cuestas y con pocos giros y con partes llanas para recuperar e ir algo más rápido; salgo cuatro días, con dos de diez con cuesta, una de cinco rápida y una salida larga a la semana (ahora la tengo en 21 kilómetros y en 1.45´).

No me gusta el gimnasio, la sentadilla me resulta incómoda y me resisto a hacer abdominales, aunque poco a poco me voy convenciendo que debo pasar por ese trago de hacerlas si quiero correr en serio.

El peso: ahora estoy en 79, pero me sigo sin notar ligero. Si entrenara para jugar al fúltbol central podría decir que estoy perfecto (mido 1.78), pero para hacer kilómetros me gustaría algo menos. Por otro lado este tipo de pensamiento también lo quiero "entrenar", y trato de disfrutar de correr tal cual estoy y no dar importancia a esas cosas.

Supongo que estoy cometiendo errores, que no hago las cosas como es debido, pero por el momento no tengo lesiones, y disfruto con lo que hago.

Si me apunté a la Maratón es para tomar conocimiento de ese tipo de carreras, cómo es por dentro y cómo se prepara. Hice solo una media maratón, y soy un novato en esto, y mi meta ha de ser real y pensar que la voy a terminar siquiera es una tontería, evidentemente soy sincero conmigo mismo y me he fijado una meta real, de alcanzar al menos los 25 Kilómetros, que al día de hoy es realizable y exigente para mi condición física actual.

Mi intención en estos días es mantener los cuatro días de salida, las tiradas largas llevarlas hasta los 25-30 kilómetros y empezar a controlar los tiempos de las salidas de 10 kilómetros.

Realmente quiero superar los 30 kilómetros en el Maratón, y a veces fantaseo con hacer 35. Yo qué sé.

sábado, 1 de marzo de 2014

CIERRE FEBRERO 25.12K

Han salido 5 días, a un 6.22 de promedio.

No es lo mismo "empezar a entrenar" que "volver a entrenar". En ambos casos empiezas de cero, tanto en el peso, como en agilidad, fortaleza de piernas y capacidad aeróbica, pero en la cabeza sigues siendo el mismo de antes, y eso sinceramente no ayuda.

Si antes parar cada 600 metros era un derecho ahora es innegociable. Si antes 3k eran un logro ahora no. Si ir a 6´ estaba bien, ahora no.

La primera vez que se empieza a correr no sabes cuando se alcanza la forma óptima, y cualquier logro te vale para mantener la ilusión. Ahora sabes que la forma tiene forma de rodajes a 4.30, tiradas de 30k y series a cuchillo acabando en 3.30, al menos esa era la mía. Y de cero a allí no existe ni un pelo de placer. Me gustaría ser de otro modo, salir a rodar sin GPS y tal, pero no lo soy.

Lo único que me vales es que "no correr" era peor.

En dos semanas de rodaje he conseguido sumar 25k promediando menos de 6´, que es poco o mucho, según se mire. Hoy sábado, he salido a las 7am, y por fin he logrado 5k del tirón..

¿Y el aquiles?. Hoy no toca ese tema.

Me han preguntado en casa que por qué no a otra hora. No he sabido contestar otra cosa que es la hora de siempre. El maratoniano es una costumbre con zapatillas.

Empieza Marzo, una nueva oportunidad para hacer las cosas mejor.