martes, 15 de diciembre de 2015

Un blog son cinco tuits Blogger y Twitter.

Blog es para contar cosas, blogger es una forma de hacerlo pero no seamos sionistas (de los que todo es una cuestión de si o no), no lo contrapongamos con otras herramientas, que no es así. Primera idea.

En un tuit te cabe una idea, en dos tuits te caben dos ideas y así hasta el infinito. Una entrada de blog tiene no más de cinco ideas, a partir de ahí ya cansa. Llevo dos ideas.

Últimamente corro poco y además tengo pocas oportunidades de contar, de hecho he corrido un medio maratón y no tengo especial interés en contar nada de lo que sucedió. Tercera idea.

Escribir en el blog me ayudaba a pensar con claridad, me permitía volver a disfrutar de las sensaciones habidas, de las experiencias entrenando y en carrera, pero ahora pienso con claridad meridiana y con simpleza, y lo que pienso y siente lo tengo ahí presente de forma permanente, perfectamente definido y concentrado, martillopilonismo en esencia (dícese del martillo pilón, adoro los neologismos): correr mañana algo mejor y algo más que ayer con el fín de participar en un maratón de modo satisfactorio. Cuarta idea.

Si fuera Twitter podría cambiar de idea de un tuit a otro y decir que el Blog son seis ideas y continuar, pero soy preso de mis palabras. Quinta idea.

jueves, 5 de noviembre de 2015

Medio Maratón de Villaverde 8.12.2015, pero de tranquis ¿eh?

Podría haberme metido en un diez mil, sacar unas entradas para un cine, pedir mesa en un restaurante o mil cosas más; podría, pero no. 

La corrí una vez y salió en 1.34, recuerdo que una mala elección de zapatillas y además mal atadas, me dieron muchos problemas. También recuerdo que empecé bien y que acabé fundido, pero ese recuerdo bien podría ser de cualquier medio maratón.

En mis tiempos. ... me cuesta horrores no ponerme en plan abuelo cebolleta, pero es que tengo que decirlo, en mis tiempos las gente iba a correr como es debido, ahora está lleno de pijos snob y chupiguais, y sinceramente me siento un poco fuera de lugar. Ni soy corredor de club "oficial" ni entreno como se debe de entrenar, pero tampoco comulgo con el sentimiento soft jogger findesemanero de esto del correr.

Fiel a mi mismo iré por encima de mis posibilidades permanentemente, metro a metro agonizando, hasta completar la distancia, eso sí, no me saltaré ni una acera, nada de recortar, si llevo un gel lo tiraré en una papelera o me lo guardaré para luego, si bebo la botella la tiraré al contenedor, no molestaré a un solo corredor, guadaré cuidado si adelanto y pediré disculpas si choco con alguno.

Y como cada año, con el colega, nos diremos la misma metira de siempre, la de "salimos de tranquis los primeros kilómetros ¿vale?".

Me gusta apuntarme a medias maratones.

lunes, 19 de octubre de 2015

Entrenando maratón o no. Y lo humilde no está de moda.

Salgo menos de 10k, siempre descanso un día (menos una vez), paro cada vez que me siento agotado (muchas veces), en las subidas trato de no forzar el pie, me cuido, me animo, me obligo educadamente a seguir, no me obsesiono con los ritmos pero no dejo de mirar el Gps, trato de fortalecer poco a poco las piernas para que sostenga mejor rodillas y aquiles que sufren mucho cada "vuelta a empezar". No entreno para maratón, pero entreno para maratón, yo me entiendo.

En esas rutinas los kilómetros van pasando, los días de verano desaparecieron y están olvidados, ahora la lluvia y los cielos negros son los nuevos escenarios. Y no es malo, todo lo contrario, no hay nada mejor que te pille un cambio de estación mientras corres de madrugada, te hace sentir vivo, y parte de la naturaleza. Lo malo es cuando te pilla en casa y no puedes salir. No nos quejemos tanto por favor.

Estamos en Octubre y ya no queda nadie de los corredores ocasionales de temporada cálida. Cuento entre los fijos a la señora del chandal (mezcla de una jodida marine y reloj suizo), y poco más. Unos vienen y otros se van, todo cambia y nada permanece y los corredores  de temporada y de modelito épico se vuelven a sus cintas de correr, a la protección de la sala acristalada y calefactada. 

Ahora correr no es como en verano, ahora correr es pasar frío, soportar lluvia y viento, toca la cara B de la cinta, los temas menos comerciales, y es cuando "hay que ser corredor" para salir a correr. 

Cierro la sesión en el Gps y me envía mensajitos chorras, un día llamaré a Nike para ver si comprenden que estas modas no gustan a todo el mundo. 

Aprovecho para hacer una crítica a la Holi Run, por si alguien piensa que es una carrera que lo sepa, no lo es, es otra cosa,  a la que puedes ir con una botella de vino y gaseosa o incluso fumar. Correr, como deporte en si mismo, representa poner a prueba la resistencia en movimiento de un cuerpo humano, así, tan sencillo y simple como eso, no se necesitan distracciones, es grande, inmensamente grande en si mismo. Tiene su propia importancia, y no necesita de adornos ni postizos.

Pero claro, lo humilde no está de moda.

lunes, 28 de septiembre de 2015

Superluna, nos vemos en el 2.033

Esta mañana de superlunes, la luna estaba inmensa, es la superluna que no volverá hasta el 2033.

Mi colega y yo soñabamos con volver a encontrarnos ese día del futuro lejano a las 6 de la mañana en el mismo sitio, eso sí,  elucubrando si existirán prótesis tecnológicas de caderas, rodillas y tendones que reparen nuestros cuerpos ya tocados.

A la carrera, siempre a la carrera. O andando, con transistor y auricular mono, contando batallitas, y discutiendo de maratones olvidados con marcas imposibles o de planes de entrenamiento para Veteranos +70, viendo como corren los jovenes y calculando de cabeza el ritmo al kilómetro en lugar de mirar a las tías como haría cualquier abuelo al uso.

Me gustará ser maratoniano de setenta. El WR de maratón calculo que estará por 1 hora 53'.

viernes, 18 de septiembre de 2015

Agua de Lourdes para los aquiles.

Mañana saldré a correr, antes de que salga el Sol, antes de que el verano desaparezca, antes de que Jesús abra su bar, antes del "antes y después".

Si duele pues ha dolido, y el maratoniano sin distancia será marinero en tierra, que no digo que esté mal, pues ya voy con absoluta serenidad al fatal desenlace, que habrá que ir cerrando las ventanas, digo yo. Si luego quedo para vestir santos, pues los vestiré, me compraré ropita fashion para correr, brazalete para el ipod, palo selfie, recortaré en las carreras, pondré en el blog fotos mías sonriente y .... ¡qué cojones!, a quién quiero engañar, se que no será sí, se que volveré a intentarlo, que pararé pensando en recuperar y sanar, y volveré a salir a intentarlo, deseando bajar la marca en medio maratón y en correr un maratón tras otro el resto de mi vida, así hasta el final de los tiempos.

Tengo un amigo que se ha puesto agua de Lourdes en los aquiles, pero vamos, que yo no eh?.

martes, 25 de agosto de 2015

Correr es tiempo y espacio.

Poco a poco me voy. Me estoy yendo. Puede que ya me haya ido.

Solía hablar en presente y en futuro de entrenar, competir y correr, pero se me están acabando los tiempos verbales.

Me lo voy avisando, para no sorprenderme por si algún día tengo que cerrar este blog, guardar las zapas y dejar que la batería del GPS se agote para siempre. Que no tenga que decir que no me lo esperaba de mí mismo, por eso lo escribo, que para eso esto es blog.

Espacio partido de tiempo. Velocidad. Espacios recorridos solo o con amigos, partido de tiempos, propios y ajenos.

Ese tramo que llega a la casa de campo, junto al río. El día ese que rodaba con naturalidad con mi compañero a menos de cuatro y decidimos levantar el pie para reservarnos para el maratón. Esos pasos por el kilómetro 30 (joder cómo me gustaba eso). Las risas con los del club y el girar el arbolito que marcaba la vuelta a la pista a cuchillo. Los 100-200-300 entrenados con Ángel. El salir de casa cada mañana ver las montañas y pensar "hasta el infinito y volver". La muerte en los pulmones en las millas de El Escorial. Cruzar Madrid en la tirada larga. Calentar con Gatlin. Preguntar un día de tirada larga por dónde vamos y responder que por donde quieras, que tenemos tiempo de sobra.

Correr es tiempo y espacio. Y el mío ya pasó, está pasando, o pasará.


  • Presente, el presente se emplea sobre todo para acciones habituales que se dan en el presente (las acciones no necesariamente habituales usan formas perifrásticasestoy entrenando un maratón, está haciendo series, ...). Las formas regulares de primera persona para la tres conjugaciones del español son: compito, entreno, corro, ...
  • Pretérito perfecto compuesto o antepresente. Se usa para las acciones que no hace demasiado tiempo que han ocurrido. El verbo auxiliar, haber, está en presente: he corrido, he entrenado, he competido, ....
  • Pretérito imperfecto o copretérito. Termina en: -ía / -aba: entrenaba, competía, corría, ...
  • Pretérito pluscuamperfecto o antecopretérito. Se forma con el verbo auxiliar haber, en pretérito imperfecto: había entrenado, había competido, había corrido, ...
  • Pretérito perfecto simple o pretérito. También llamado pretérito indefinido: competí, entrené, corrí,...
  • Pretérito anterior o antepretérito. El verbo auxiliar haber está en pretérito perfecto simple: hube entrenado, hube competido, hube corrido, .... Este tiempo está cayendo en desuso y en la actualidad es poco usado, frecuentemente aparece sustituido por algún otro tiempo más o menos equivalente en el contexto.
  • Futuro simple o futuro imperfecto. Sólo hay una forma simple: competiré, entrenaré, correré.
  • Futuro perfecto o antefuturo. El tiempo compuesto se forma con el auxiliar en futuro simple: habré competido, habré corrido, habré entrenado,...
  • Condicional simple o pospretérito. Sólo hay una forma simple y termina en –ría: competiría, entrenaría, correría, ... Antiguamente el condicional se consideraba un modo verbal distinto, sin embargo actualmente se suele agrupar con el modo indicativo.
  • Condicional perfecto o antepospretérito. El tiempo compuesto se forma con el auxiliar en condicional simple: habría competido, habría corrido, habría entrenado, ...


viernes, 10 de julio de 2015

La esquina y el maratoniano que lo es en lo pequeño, lo será en lo mayor.

Porque me lo debo, porque es lo que tiene que ser, salir de casa, completar el rodaje y no parar hasta doblar la esquina y avanzar esos últimos y escasos metros que restan para llegar al portal de casa.

Alfaomegajeando por la vida subido a unas zapas camuflado con ropa de corredor. 

Nótese el  neologismo para la ocasión.

Pude dejarlo antes de girar, siempre me lo planteo, una vez tras otra, cuando llego a ese lugar se me aflojan las piernas instintivamente y mi cuerpo parece decidir que ya ha llegado y que toca pararse.

Pues no. No toca. Troto a seis o incluso siete, y aún así voto a bríos, y tan solo cinco segundo después finiquito.

Yo soy el que corría, que seguro debe tener una traducción al navajo originario digna de decir, y recuerdo que las cosas se empiezan y se acaban, y que entrados en faena, debo decir que se deben acabar mejor que se empiezan, puesto que al final de todo -absolutamente todo- es maratón, lo grande y lo pequeño.

Que el maratoniano que lo es en lo pequeño, lo será en lo mayor.

Hace meses que no paso mis entrenamientos al portátil, hace tiempo que dejó de interesarme mi declive. Corro por mera subsistencia, que en este sentido viene a ser "insistencia en el sub algo", lo que sea, si voy a siete me alegro de bajar a seis, si voy a seis me alegro de bajar a cinco, si voy a cinco lo rimo.

Porfío, no desespero, pincha el talón en toda su extensión, unas veces aquí y otras allá. Paro dos o tres días y hago otro rodaje. Me pico con los señores que pasean, los pájaros se posan y no levantan el vuelo hasta que me ven muy, muy, muy cerca, pero ahí seguimos, haciendo cosas importantes en silencio. Lo llamaré "hemorro-running", que es otro neologismo.

lunes, 22 de junio de 2015

En Las Vegas jugando al mus con pito, cuatro, seis y siete.

Sin la rutina de entrenamientos, sin participar en carreras y sin hacer una tirada larga en condiciones, ya casi no hay motivos para escribir en el blog.

Un blog de Maratón habla de correr aunque este desde hace tiempo habla más de no correr y de anhelar correr.

Sigo encendido y entusiasmado con preparar el Maratón de Castellón, pero la probabilidad de que pueda siquiera empezarlo ahora está en un 5 sobre 100, siendo generosos. El Maratón deforma la voluntad y aquí estoy aferrado a una improbabilidad, preparando lo que casi seguro no podré ni empezar, pero me resulta imposible dejarlo.

Con estos mimbres si escribeira más a menudo sería deprimente, tanto para mí mismo como para el lector, por eso lo hago cada vez menos. Puede que me arrepienta nada más publicar esto, pero no quería dejar pasar tanto tiempo.

Me suena feo lo que escribo, y la batalla que tengo planteada con mis aquiles y el Maratón es dificil de explicar. En lineas generales, antes atacaba la distancia desde la grandielocuencia de los esforzados entrenamientos y ahora desde la pequeñez, la deformidad y la ridiculez. Es otro camino, más alejado del deporte desde su punto de vista meramente físico.  

Estoy en Las Vegas, jugando al mus con pito, cuatro, seis y siete.Así, una partida tras otra, condenado a la mala mano permanente.

¿Que si voy a ganar?. No, imposible, pero esto no va de ganar, va de saber perder.

miércoles, 3 de junio de 2015

Camino a Maratón

Pasan los días y el objetivo está aún lejos e inaccesible. No me pidas que te explique cómo lo haré, porque no lo sé, pero yo sigo yendo, y el llegar es el premio para los de tanto ir y nunca parar.

miércoles, 15 de abril de 2015

En el blog se escriben las cosas largas, las difíciles de explicar, o las importantes aunque sean cortas.

Bajo la segunda y la última modalidad hoy vengo a poner de manifiesto que salgo a correr días alternos y a ritmos tranquilos, y que los primeros metros ya no son tan molestos, puedo pisar sin que el pie haga extraños aunque la rodilla pueda quejarse como de costumbre.

Y lo importante, que a medida que caliento la pisada se hace natural y no molesta.Eso me hace sentir que avanzo y que me queda menos para llegar a la linea de salida del maratón.



Ayer explicaba a un compañero de trabajo que en la salida del Maratón de Madrid junto a la Biblioteca Nacional existe un busto de Machado con el lema caminante no hay camino, se hace camino al andar. Y en esas estoy, haciendo camino al modo maratoniano, sin importarme lo que hay detrás ni lo que queda por delante, tan solo avanzar.

Estoy construyendo el Muro de Invernalia a base de granitos de arroz. Es muy maratoniano lo que estoy haciendo, posiblemente que lo más maratoniano que haré en toda mi vida. En estas cosas estoy, en la de preparar un maratón sin series, fartlek, tirada larga, dedicándome en cuerpo y alma en la ardua tarea de no dejarlo.

Paso 1, que al apoyar el pie en carrera no duela.
Conseguido.

Paso 2, seguir estando ahí.

miércoles, 25 de marzo de 2015

Elige carreras solidarias.

Hay un tipo que compite casi todos los fines de semana, tiene un blog que se llama No Le Digas a mi Madre que Corro y le sigo habitualmente a través de tuiter es @NovatilloTotal.

Es altamente recomendable. Bueno, llevo bastante tiempo en esto del blog y puedo decir que es "necesario" echar un vistazo al suyo de vez en cuando. La mayor parte de las carreras en las que participa son solidarias. Suele dejar caer el porcentaje de solidaridad de cada carrera y si ve que es poco pues lo dice.

Esto de correr se nos fue de las manos. Miles de carreras, miles de marcas sin sentido, miles de domingos de postureo y rollito advenedizo. O te sales de ahí o serás uno de ellos, y eso no está bien.

Yo estoy fuera del circuito pero si estuviera en condiciones me saldría de esas dinámicas.

Habitualmente corría Maratón, Media de Fuencarral y San Lorenzo en julio, y como mucho los croses de mi club, sin olvidarme los 10ml del Meeting Internacional de Madrid. Lo demás es vicio y no lo necesito.

Y tú, que te apuntas a todo lo que se menea, (si eres de esos claro), ya que vas a correr cada domingo trata de elegir una carrera SOLIDARIA. ¡Sal de la rueda!

Joder, eres corredor, y se que en cada rodaje piensas en solucionar el mundo de mil formas, pues este domingo, si te pones un dorsal, trata de aportar algo, que correr no sea solo correr, y sobre todo, si eres maratoniano ten dignidad (joder), no corras esas mierdas que ahí por ahí y ayuda con tu participación allí donde se necesita.

Una solidaria al mes, digo yo, qué menos.

viernes, 13 de marzo de 2015

Una nota manuscrita junto al proceso civil de rectificación previsto en la Ley Orgánica 2/1984 de 26 de Marzo.

El silencio en el corredor de fondo atormenta a los que no están preparados. Durante todo el recorrido el corredor se juramenta y se repite "llegaré, llegaré"; no hay silencio cuando tu cuerpo te contesta ¡corre más, corre más!.


Escribí esta nota hace tiempo tiempo y la guardaba en un manual de formularios procesales civiles, ¡mira qué sitio para guardar estas cosas¡. Lo encontré de casualidad y tengo el papel delante de mi sobre la mesa de trabajo, haciendo presión en el lado de la balanza correspondiente a ¿sí saldré a correr? como si estuviera escrita sobre plomo. Mantengo el recuerdo de pasar horas corriendo a solas conmigo mismo, viendo pasar el mundo al trote animoso pero no mucho de tirada larga y disfrutando del silencio que no es silencio, pues mi cuerpo iba contando sus alegrías y sus tristezas a cada paso que daba, ofreciéndome una opinión simple y sincera de, si le gustaba la vida, o no tanto a veces.

No se lo que puedo, ni lo que debo correr, ni si lo quiero realmente o tan solo lo imagino, pero al abrir el papel he recordado el hombre corredor que fui y seré.

Y mañana al alba ...........

Dilegua, o notte!... Tramontate, stelle! Tramontate, stelle!...
All'alba vincerò!
vincerò! vincerò!

lunes, 2 de marzo de 2015

Segundas oportunidades, terceras, cuartas y las que hagan falta.

El aquiles "bueno" ha dado mucha guerra estos días y mañana toca ponerlo a prueba. Trato de ser muy indulgente con mi aquiles, si dice que no es posible pues media vuelta y a casa. Si no es mañana será otro día.

Correr 42k es asombroso pero lo dificil no son esos kilometros sino todos los que lo han debido de precederlos y si no le pongo arte maratoniano no lo conseguiré.

El camino a Maratón es largo y no debo tener prisa por llegar.


jueves, 19 de febrero de 2015

Zona de confort.

ZdC es correr como de costumbre para obtener un entrenamiento moderadamente satisfactorio y sin sobresaltos.

Lo vengo haciendo desde que me operé del aquiles y gracias a esas precauciones consigo ir mejorando poco a poco a la vez que el pie se adapta con naturalidad a correr regularmente.

Pero a veces .... quieres correr dejándote el alma a cada paso, repartiendo migajas de vida sobre el suelo, como si algún día las fueras a necesitar, como si fueran las migas de pan que Pulgarcito dejba a lo largo del camino para volver a casa

Para esas cosas tengo un recorrido particular de 10k aunque esta vez quedaron en solo 8k y se reparten los kilómetros de un sube y baja muy marcado. Suelo empezar fuerte y la primera bajada me dejo caer hasta los 4´ y normalmente a medio camino ya voy fundido y bueno, cuando llego a Montecarmelo me entra la risa floja.

Ayer lo que hice fue salime de la ZdC, eso si, los excesos se pagan y ahora tengo una pequeña sobrecarga en el aquiles (el no-operado) que me obligará a tomarme las cosas con tranquilidad por unos días.

Jugársela con el aquiles es como ponerse a hacer malabares con la porcelana de la abuela en presencia de la suegra. Mal por hacerlo, pero será mucho peor si se jode algo.

lunes, 16 de febrero de 2015

Goooooooooood Vibrations.


Tras la media de Fuencarral hice un descanso de dos días, por si las moscas. Salí el miércoles y bien; salí el jueves y bien; salí el viernes y aún mejor. El sábado y el domingo lo dediqué a ser porteador de atleta y descansé.


Hoy lunes he salido. El ritmo medio no dice mucho, y la velocidad máxima tampoco, salvo por un pequeño tramo de ultra-chuliqueo.

Lo reseñable ha sido rodar echando los pies al suelo con decisión y ganas, sin que algún dolorcillo me diera toques de atención.

Se que mañana puede aperecer un pinchazo en el aquiles, o una ligera sobrecarga en la rodilla o ese puntito de dolor cabrón en el hueso del talón, pero hoy no. Hoy ha sido un placer correr, tanto que lo he celebrado con un 100ml explosivo y rabioso, resonando en la soledad de la mañana un grito de júbilo. 

No es que corra rápido, es que soy rápido, soy el hijo del viento, bueno, no tanto, más bien el cuñado de la tía segunda del hijo del viento. Venga va, no soy descendiente de nada del viento, pero he visto mucho atletismo por la tele, que eso cuentará para algo, digo yo, y ya no como como ..., bueno, que lo de la tele y ya. 

jueves, 12 de febrero de 2015

Corredor con ganas de contarlo.

Me sigo encontrando gente con ilusión por lo que hace.

Ella cuenta lo que hace, dos días de 14k y un tercero de tirada larga. Otro sale a rodar cada vez que puede que ahora es poco. Yo con lo mío.

En todos ocurre lo mismo, hay más de lo que se cuenta, se piensa en lo que se va a hacer y en las ganas que se tiene de que ocurra.

El miedo a la primera media maratón, el cuidado que pone el otro en sus 10k, y otras conersaciones que he tenido recientemente con otros amigos, corredores más avezados, tratan de lo mismo, correr y el impulso de decir que se corre.

No me importa cómo lo llames tú a lo que haces, ni en que fase pieneses que estás como corredor, si lo tuyo es el rodar, el maratón, la cinta de correr o la pista, lo que me llama la atención es el impulso irrefenable a decir que lo estás haciendo, y no se limita a decirlo, no es una severación literal, todo lo contrario, va cargada de una intencionalidad evidente, el "y voy a seguir haciéndolo y te lo cuento".

Correr es todo ese engranaje natural, erróneo en ocasiones pero siempre humilde y humano, es esa cosa nuestra, correr es solo correr pero te la cuento porque de algún modo correr me transciende, es un algo más que me gusta y como me gusta contar las cosas que me gustan pues te lo cuento.

Me gusta correr.

lunes, 9 de febrero de 2015

La mejor carrera de mi vida, otra vez en la Media Maratón de Fuencarral El Pardo.

En la Media Maratón de Fuencarral El Pardo las verdades como puños son:

1. Es dura.
2. Es difícil de correr.
3. Es rápida.
4. Es lenta.
5. Tienes que llevar táctica.
6. No puedes dejar de pensar.
7. Has de conocer el recorrido.

Cuando la prueba a la que nos enfrentamos es aparentemente complicada y la superamos nos hace sentir muy bien, pero siendo corredores ese sentimiento te lleva además a una curiosa experiencia, que es la de estrechar ciertos lazos afectivos con la carrera. Hace unos años ya hice mi mejor allí y eso unido a que acaba en la pista de Atletismo de mi club, a que pasa junto a mi casa, a que recorre parte de mi territorio de tirada larga y que su tramo final discurre por mi zona de rodajes habituales hace que la cosa cobre cierto relumbrón. Es muy fuerte que donde más disfrute corriendo sea en ese sitio pero es cierto, soy carne de cañón de esa Media Maratón y me gusta.

Sabiendo estas premisas, contaré la que creo que ha sido la mejor carrera de mi vida (de nuevo).

Salgo de casa y me encuentro al colega de entrenamientos con su gripe y una herida en el tobillo que se acababa de hacer al salir de su casa, como la carrera está al lado de casa apuramos mucho la hora (al final hizo 1.34). Pasamos por casa de lo otros dos amigos y a buscar el dorsal.

Pese a que hacía un frio pelón de -1º yo no tenía sensación térmica de frío. No paso a saludar a los del club, quiero ir solo a hacer mi carrera. Ya les veré después.

En el lio de la salida les pierdo. La salida es junto a la puerta de mi club. No es que mole, lo siguiente.

Paso por la linea de salida y conecto el GPS. Aunque ese gesto lo hago a diario cuando se hace en carrera es muy emocionante, sobre todo cuando no lo hacía desde la Media Maratón de Getafe de 2012.

Tiempos de paso.

5.22
5.06
4.56
4.53
4.43
4.50
4.34
5.04
4.53
5.11
5.20
5.16
5.51
5.39
6.04
6.35
5.01
4.27
5.43
6.02
6.22

Los primeros kilómetros son de acoplamiento. De mirar mucho cómo va el pie, tanto el aquiles como el talón, y tratar que en la medida de lo posible la zancada salga mínimamente fluida.

La cena del día anterior (la misma piedra donde acostumbro a tropezar, y a sabiendas) extrañamente no supone ningún problema, ni me siento pesado (estándolo) ni voy torpe (siéndolo).

Extrañamente fluyo a ritmos medios. Mentalmente me fijo un reto: no desgastarme innecesariamente ahora porque se el lugar correcto para hacerlo: en la bajada de El Pardo. 

En el tercer kilómetro comienza la escabechina de novatos. Una gran bajada en la que el cuerpo te pide dar cera, pero si en el kilómetro 8 estas fundido la minutada de la cuesta de El Pardo es antológica.

En esta carrera puedes ir lento pero si conservas las fuerzas para lanzarte al final.

Paso el primer avituallamiento y el agua está congelada. Dos sorbos y la dejo. No volveré a beber, son solo 21k.

Cuando termino de bajar me junto a un grupo de corredores a 5´ y me uno a ellos un rato. Veo que mis pies van bien, no hay sobrecarga y que no ha habido desgaste físico. Abro un gel (comprado el día antes) y guardo la tapa en forma de bolita en el bolsillo de mi pantalón (tirar las cosas al suelo está mal).

Me descojono porque en la semana anterior no fui capaz de hacer 7k en dos ocasiones y ahora iba bien pasando de la decena.

Cuando has corrido por esos sitios en competición y en tirada larga, solo, con gente, con amigos, con compañeros de club, vamos, de todas las formas posibles, se te queda grabado a fuego cada cuneta, cada curva y cada repecho del recorrido. 

Antes de llegar a El Pardo me recompongo y tiro con precaución, me acabo el gel y lo tiro a la basura. 

Al girar donde el cuartel me clavo en los 6 minutos sin ápice de vergüenza torera y me pasa medio pelotón. 

Pasito a pasito, eligiendo ciudadosamente la cadencia, el lugar y el modo donde pisar. No dejo que se me suba ni una pulsación, mantengo el exacto nivel de esfuerzo. Y van pasando corredores.

Las cuestas se suceden una detrás de otra. Parecen inacabables.

A medida que subo, voy alcanzando a los que me pasaron un poco antes y me digo a mi mismo que lo estoy haciendo bien y que mi cuerpo me deja hacer lo que se hacer.

Pacientemente llego a lo más alto a paso de tortuga.
Ese punto es el lugar donde generalmente nos damos la vuelta en las tiradas largas. Si, allí donde la gente acaba exhausta yo pienso que vuelvo a casa, y ya sabes que así se corre diferente.

En toda carrera hay una parte donde vas y otra donde vuelves. Cada una se corre con un sentido propio.

A medida que la carretea pierde su inclinación mantengo el mismo nivel de esfuerzo, jodidamente clavado, lo que antes me llevaba a ir casi andando ahora el desnivel favorable me lleva a dejarme caer con rapidez, me sitúo a la izquierda de la hilera de corredores y comienzo a darle cera de la buena. No hay dolor, es cuesta abajo y estoy en competición, así hasta alcanzar un kilómetro a 4.27. 

Y me vacío.

Llegando a Montecarmelo saco el segundo gel, comienzo a tomarlo pero lo tiro a la papelera nada más empezarlo, esto ya no consiste en "poder" ni en "querer", esto va de volver, en el sentido amplio y profundo de la palabra.

Subo Montecarmelo como una tortuga a 6 minutos, encaro Tres Olivos y eso ya es pista de atletismo en mi mente. 

Paso delante de casa, me acuerdo de lo malos meses pasados, de las muletas, del walker, de no poder andar, de ver las maratones pasar y sin fuerzas de ninguna clase nos metemos en la pista del club, toco la blandura de esa pista humilde y parcheada, y pongo ritmo de 400ml (chuliqueo), paso de la calle 1 a la 2 y de ahí a la 3, vuelvo a la 2, paso por la curva, me abro y con el último suspiro tomo la decisión más importante de la carrera ..... ¿corazoncito o Bolt en la entrada a meta?.

La respuesta en el 1.55.08, el tipo de gris con barba. 





Neto: 1.53.40.

viernes, 6 de febrero de 2015

Esto son dos cojos, un ultra y un griposo que se han apuntado a un medio Maratón en Fuencarral El Pardo.

Ese fistro de corredores de la pradera que se apuntan a una carrera, va uno y dice que la operación de la rodilla no le deja doblar la pierna. Por la gloria de mi madre, que el otro va a 4.30 sin darse cuenta pero que ahora le quema el pecho y no puede respirar que hasta ha parado dos días cosa que no lo había hecho jamás; y bueno el de los ultritas dice que ahora no se sale de las narices correr rápido (pudiendo), que él va a 6 ó 7 y que no le toquen las narices que si quieres correr pues que ¡hala!, ahí tienes la calle.

Y yo viendo cómo se puede poner la cosa, cuatro cuarentones, sorry, un cuarentón y tres cincuentones, les digo que pasemos de la carrera, que va a hacer mucho frío para ir a medio andurrear por esas cuestas porque el menda a nada que le duela huesitos, tendoncitos o rodillitas se hace el atillo y se va pa´casa, aunque su mujer ya le ha dicho que de rajarse que sea a partir de las 11 que si no no sale de casa a buscarme aún me esté muriendo, que hace mucho frío.

Tosiendo, cojeando, croqueteando, patapalo-andando llegaremos a la meta, porque si hay una cosa que mola como lo es el empezar a correr, hay otra que acojona y compromete mil veces más, que es la de que cuatro amigos se junten en la linea de salida de la media maratón de casa por última vez.

Venga va, la penúltima. Antes muertos que parados.

Joder, vaya tropa.


lunes, 2 de febrero de 2015

Tirada larga

No tengo fos de berenjenales pero sí una muy ilustrativa de muro y nieve.
El domingo la tirada larga alcanzó los 13k entre 5´ - 5.30´ y a casa. Mucho aire de cara a la ida y a la vuelta también.

Saco del "baúl de los recuerdos" las Nike Pegasus GTX. Son neutras, duras y molonas, las reservaba para la nieve pero esta batalla que libro contra mis pies me está haciendo tomar medidas desesperadas. Las LunarGlide son estupendas pero no consigo adaptarme bien. Probé con y sin plantillas, cambié de zapas y ahora con estas y al final el pie molesta por mil sitios. Con unas duele de aquiles, con las otras los gemelos y el talón y las rodillas. En fin, un desastre en el que no se ya cómo acertar. Y mientras pienso en todo esto, me entra la risa floja al acordarme que el domingo tengo medio maratón.

Pienso incluso en no ir. Tengo una semana para adelgazar (que ni de coña), para restablecerme del todo de estas molestias y para coger la forma óptima que necesito para acudir en condiciones de sostener al menos un 1.50 o un sub2h. Vaya panorama.

Correr con molestias es mal correr. Al minuto de salir las sensaciones son de "k40", todos los días, todos los kilómetros. Pero puedo salir a correr.

En fin, el medio maratón de Fuencarral El Pardo anuncia desastre de los buenos, pero habrá una sola norma por encima de toda otra consideración: la carrera buena es la que te deja correr el martes siguiente. Y ahí voy, porque yo, con apuntarme ya tengo bastante y lo de llegar es un arte, en el que a veces hay que hacerlo sí o sío y en cambio otras hay que desecharlo antes de meterse en berenjenales.

lunes, 26 de enero de 2015

Tirada "larga" de domingo.

1


5'20"/km
2


4'52"/km
3


5'15"/km
4


4'44"/km
5


4'47"/km
6


4'36"/km
7


4'34"/km
8


5'09"/km
9


6'02"/km
10


6'01"/km
11


5'34"/km
12


5'54"/km
13


5'47"/km
14


6'12"/km
15


5'55"/km
16


5'57"/km

Dieciséis kilómetros no son tirada larga. Dicho esto, la experiencia es un como si lo fuere y he descubierto que el peor enemigo del corredor de fondo es la charla amigable. 

Lo de que volver es más chungo que ir ya lo sabía de otras veces pero hay cosas que a simple vista no te enteras.
Parece una Mina contra submarinos pero es un Grupo de amigos que se abrazan.

El maratón se prepara de atrás hacia delante. ¿Cómorrrrr?.

A ver, que me explico. El dia uno de la preparación entrenas el kilómetro de llegada, a medida que vas entrenando, vas dominando el 41, el 40, el 39, y así sucesivamente hasta un momento en el que tu preparación te lleva a completar satisfactoriamente la carrera completa. La idea es entrenar para llegar, con la mirada puesta en meta y no en algún lugar indeterminado del recorrido. Todo tiene su sitio; cuando eres capaz de hacer 10k has de pensar que tienes que ser capaz de hacer los diez últimos, no los diez primeros. Es más que un mero punto de vista. ¿Quién quiere hacer solo los diez primeros?
Templo traido de Egipto y dejado en Madrid, ahí, porque sí.

Ahora mismo, cada vez ue salgo a correr tengo las mismas sensaciones que solía tener entre los kilómetros 30 a 42, esto es, cansancio, sensación irreal de fueza, inestabilidad en articulaciones, tensión muscular y dolores varios que aparecen y desaparecen. Pero los termino.








Estos 16k del domingo me dicen que me quedan mucho por completar, que el Medio Maratón es un objetivo muy complicado y que llegar a meta va a costar mucho, sobre todo por la tontería de escoger el de Fuencarral El Pardo, que me obligará a ir muy pendiente de la pisada en la cuesta arriba. 
Contraluz de árbol.

Sin fondo no hay forma, no es literatura sino maratón. Los entrenamientos logran escasos avances pero hay "motivación estática", esa que sale de rozarse tanto con el asfalto, de chocar manitas con los colegas de entrenamiento, los amigos del club y a toda la gente que vas conociendo en esta vida de zapas y pantalones cortos. Lo mismo que otros descubren la rueda, algunos nos empeñamos en correr un par de maratones antes de desayunar.


Agua de una fuente, un atardecer en Madrid y al fondo el k30 del Maratón.

lunes, 19 de enero de 2015

La Tierra gira en torno al Sol y el Maratón en torno al Corredor.


Digo yo que el Sol no es el que se mueve, que será la Tierra en todo caso la que hace rodajes alrededor del Sol.

Digo yo también, que el Corredor permanece, y si en los mismos ríos entramos y no entramos, [pues] somos y no somos [los mismos], habrá que recordarle al Maratón que será el en todo caso quien cambia y que los Corredores seguimos siendo lo permanente e inmutable.

Van pasando los años y las fechas nos recuerdan que el 31 de Diciembre hay San Silvestre, que en Febrero hay Medio Maratón de Fuencarral, que en Abril viene Maratón en Madrid, etc, etc,... las carreras giran a nuestro alrededor, en un bucle infinito, mientras nosotros, invariables, asistimos a la fiesta del Dorsal y la Camiseta una y otra vez.

Se acerca una carrera importante y nos descabalamos, parece que todo pende del mismo hilo y que el mundo se detiene en una linea marcada en una calle de alguna ciudad, pensamos que somos mejores que el año pasado, que nuestras marcas pasarán al mármol y que nos inmortalizarán con las medallas conseguidas. Pero somos casi lo mismo que casi siempre, gracias a Dios. ¡Ojo! que las Maratones se nos vienen encima, ineludiblemente.

miércoles, 7 de enero de 2015

2015, o la belleza del gris.

RRMM 2015
He llegado al gris jugando a elegir entre el blanco o el negro, con sus tonos, de más oscuro y profundo al más claro cercano al blanco.

Una cosa o la otra, si o no, tener o no tener, ser o no ser, crudo o cocido, al final es todo un correr o no correr. 

De tanto mal correr o del poco mejorar me quedé sentado sobre un sofá gigante y gris, cómodo, sencillo y elegante, no es una cosa ni la otra. Lo que es, lo es a más no poder, ¿cómo decirlo de otra manera?, pues podría decirlo pero no es tanto una cosa como la otra, si, definitivamente es gris. Todo es gris y ¡ojo¡ no en el mal sentido, bueno, tampoco en el bueno... es que es una cosa a medio camino, es que es gris.

Gris, por Graf  Von Faber Castell, en Stone Grey. Es un gris elegante, amable, discreto, tan sencillo que es espectacular, transgresor y lleno de matices. Es un si pero no, un gris hecho de gris y a su vez procedente de la mezcla de grises.

Es el "se me olvidó que te olvidé" de Bebo Valdés y El Cigala, es un maratón que no correré o tal vez uno que sí correré, un buen día o tal vez uno no tan bueno, un gran año o no necesariamente tanto. Hasta el mejor año de tu vida tuvo malos momentos, y en el peor de los atarcederes hubo algo bello.

Y todo porque no soy el mismo que empieza con la mayúscula que el que pone el punto y final, no te agarres tanto que no sabrás cuando pasó la curva.

Y esta mañana gris, me salió una carrera gris, con molestias gris y felicidad gris. Pero gris en el buen sentido, muy gris como solo el gris sabe serlo.