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Marca, estado de forma, modo de vida, Maratón.

Milla, cross, 10k, Medio Maratón, Maratón, Ultra Maratón, de asfalto o montaña.

Entrenar para alcanzar un objetivo. ¿Pero cual?.

¿Qué es lo que me satisface?. Qué es un 1:40 en comparación con 1:45, un 4:26 con 3:30, son números, tan solo eso. No es mi camino.

Anhelo un sendero interminable rodeado de árboles en los días previos a la llegada del invierno. Frío, seco, llano, de madrugada, a la par con el día, de amanecida. Busco ese sendero, comenzar a correr sin preocuparse de nada más, dar un paso tras otro, encontrar el punto perfecto de sincronización de pulsaciones, cadencia, pisada y ruta, y en ese punto donde lo recorrido se hace idéntico a lo pendiente por recorrer, la distancia se hace neutra. La mente deja de anticipar y también deja de recordar, solo es, nada más, cae y mira hacia abajo, donde el motor impulsa el cuerpo hacia adelante, un paso tras otro, uniforme. La mente se vuelca hacia atrás y deja lugar a un blanco de inactividad de sensaciones. La sensación de no sentir, inexplicablemente hay cosas que son inexplicables.

¿Qué será lo que busco?.

En serio, esto de correr no tiene tanta importancia. Las químicas del cuerpo nos afectan el entendimiento. Casi nada de lo que hago es para tanto, tiene demasiada carga, y todo es sencillo. Correr, un pie tras otro, tan solo es eso. Respirar agitadamente, llenar de aire el cuerpo y moverse.

No necesito nada, ni marca, ni competición, ni entrenamiento, ni distancia, ni tiempo. Solo un camino por recorrer.