viernes, 18 de noviembre de 2011

Velocidad

El jueves unas series cortas 100-200-300. Todo empezó bien, bajo control. La primera suave, y la segunda, y la tercera, fueron cayendo fuertes pero sin explosividad, como si fueran unas series de mil con cambios de ritmo, sin pretensiones, sabiendo que "este no es mi rollo". Pero una cosa llevo a la otra y la sangre se iba calentando poco a poco, el tomahawk chocaba en mi pierna insinuándose desafiante. Vuelta de nuevo a los cien, doscientos y ya en el segundo trescientos me dejo ir sin pensar, metatarsos en posición, zancada libre, tronco en equilibrio, sensación de potencia y ya está liada. Huelo a sangre y cuando escucho "AHORA UN CIEN". Miro a mis compañeros de entrenamiento y les digo que aprieten lo que puedan que yo voy con todo. El tomahawk hizo lo que sabe hacer, cumplió su trabajo.

Salgo a la par que mi compañero pues el otro cayó en el décimo metro, le noto como se esfuerza por mantener el ritmo, le escucho su respiración y la cadencia de su zancada. Se que le puedo atacar cuando quiera y por donde quiera, ... pero le dejo vivir algo más, no quiero acabar tan pronto con mi víctima. Termino el cien con un par de metros por delante de él, a su alcance. Se que mira orgulloso de haber aguantado pero no sabe que hemos corrido a su ritmo, no al mío. Son catorce segundos. En ese tiempo me da tiempo a vivir dos vidas y media. Es demasiado.  

Al siguiente doscientos le dejo pasar, después en el trescientos le espero la primera mitad y en el 150 aprieto, metatarsos en posición de ataque, estiro la zancada y llegamos a la par. 

Último cien. Desolación. No hay aire que respirar. Solo una distancia de cien metros que atravesar como si fuera un cuerpo sólido. Pero soy un cuchillo que vuela. Me agacho, posición de salida, me contraigo. Soy feliz. Mi corazón bombea sangre y napalm. Dejo de ser persona y solo soy velocidad. Se que voy a volar, no tocaré el suelo, tan solo lo necesario para impulsarme. Y lo hago, le miro en la salida, y noto como reacciona. Mi mirada le dice que todo lo anterior era crueldad y que mientras me mira yo ya estoy volando, soy más rápido que sus pensamientos. No pestañees porque yo dejaré de estar ahí cuando vuelvas a abrir lo ojos. Braceo, me impulso, más potencia, cincuenta metros, más potencia, setenta, más potencia, ochenta, mucha más, me cuesta mantenerme en equilibrio pero me mantengo en linea, noventa, ignición, rozo el suelo, cien, termino, ciento diez y empiezo a bajar, me doy cuenta de la velocidad a la que voy. Vuelta a la calma con dificultad, el corazón está en lo más alto. En cien metros le saco casi tres segundos, y él no es para nada un cualquiera. Y sí, no puedo resistirme y hago la flechita de Bolt, son las 7 de la mañana, estoy en el carril bici y estoy chuleándome como un adolescente ante dos amigos cuarentones, padres de familia y magníficos corredores. Son los estragos de la velodidad.



El viernes rodaje suave y poco más. Previsión de tirada larga por la Casa de Campo para el domingo, para maravillarnos con lo que obra ésta estación en la CdC. Color y olores en unión de corredores, todos en sintonía, disfrutando de la vida y de sentirnos afortunados por poder correr.


11 comentarios:

  1. Que miedo, espero no cruzarme en tu camino cuando estés con ese espíritu, eres capaz de destrozar a cualquiera.

    ResponderEliminar
  2. Si Manuel, ya me ha llamado su madre y su hermana y les he dicho que tranquis, que solo es una narración con ciertas licencias pero nada más, y que me costó un montón volver a casa corriendo.

    ResponderEliminar
  3. Qué magnífica sensación sentirte rápido.

    ResponderEliminar
  4. Cómo me gusta el entrenamienro de...¿maratón?.

    Tú has nacido para dominar a otros runners, no te basta con correr, necesitas dominar. Eres el puto dominador.

    ResponderEliminar
  5. Gonzalo, extracto de la entrevista a Martín Berlanas en http://blog.corricolari.eu/

    - Veo que improvisas a la hora de entrenar.
    - Sí. No llevo un plan ecrito. Yo soy un atleta oficialmente retirado y ya no voy con el mismo espíritu. Tengo otros condicionantes, como la familia, pero me encanta competir.
    - ¿Cómo son esos entrenamientos 'experimentales'?
    - Por ejemplo. Hace dos semanas hice series de 200 metros. En concreto, 20x200 (empezando en 32" y acabando en 29") con 30 segundos de recuperación. Es un entrenamiento para reciclar el lactato. Al acabar estas series descansé un minuto e hice 15 kilómetros.

    O sea, Gonzalo, ¿qué entrenas tú?.

    ResponderEliminar
  6. RA, Berlanas es un tío grande. Ese entrenamiento se parece mucho a los exprimelimones de Jack daniels. Por ejemplo, calientas 3K, te metes 4x1000, luego 15K y luego un tresmil de postre. te enseña a correr vacío y a tirar de grasas.
    Ese 20x200 es muy de Zatopek. Lo que hace que sea entrenamiento de maratón son los 15K siguientes después de las series, pero no las series por sí mismas.

    ResponderEliminar
  7. Gonzalo, el detalle no son los 200m sino que el tío se ha hecho "20" series a toda leche, los 15k de después es como en la legión, que se dan por hecho.

    ResponderEliminar
  8. Si nos pagaran por esto tendríamos un entrenador encima y deberíamos hacerle mucho caso por la cuenta que nos trae... Pero tratándose de una afición, muy sana pero una afición, ¿a quién tenemos que dar explicaciones? Me alegro de que hayas disfrutado tanto en ese entrenamiento!!!

    ResponderEliminar
  9. Son catorce segundos. En ese tiempo me da tiempo a vivir dos vidas y media. Es demasiado.

    Mi mirada le dice que todo lo anterior era crueldad y que mientras me mira yo ya estoy volando, soy más rápido que sus pensamientos. No pestañees porque yo dejaré de estar ahí cuando vuelvas a abrir lo ojos.

    Yo pagaría por ver esto. En serio. Que me gustan tus crónicas de entrenamiento asesinas con los compañeros. Un día vas a tener que pedirle a alguien que os grabe ¿no?

    ResponderEliminar