viernes, 18 de julio de 2014

¿A qué llamamos buenas sensaciones?. La percepción personal del propio cuerpo y las notas acertadas de un piano.

Como siempre, no pretendo un estudio profundo en la materia, ni trato de iluminar con datos y conceptos, tan solo me hago preguntas y lo cuento aquí.


 En esto de correr con cierta asiduidad te descubre cosas curiosas. Un día sientes que "vas bien" y otro crees morir, pero cuando vas a comparar los dos entrenamientos ves que las cifras son similares, e incluso el día malo ha podido ser incluso mejor que el bueno.

Endorfinas, oxigeno en sangre, lactato, movilidad articular, ¿...?. Ni idea. O una cosa o todas a la vez. la cuestión está en que cuando identificamos claramente un entrenamiento como óptimo, lo hacemos independientemente de las cifras. Aún importando el tiempo de la serie, el desnivel de la cuestarraca, el lapso entre cambio de ritmo y sus números finales, al final, por mucho que estas cosas cuenten, nos decimos eso de "hoy bien" si al terminar nuestro cuerpo nos aplaude.

Ahí, en ese punto de vista, la psique manda, la percepción del estado de nuestro cuerpo varía en función de cierto grado de satisfacción personal, lo que ponemos a ese entrenamiento, lo que llevamos de carga emocional.

La cifra final, el castigo físico, el esfuerzo, son valores necesarios en maratón, son los versículos del libro sagrado de arte de correr, pero son testigos mudos y cerrados, no significan nada más allá que un número. Es el corredor el que hace bueno al número.

Puedo, quiero, tengo. 
Muero, vivo, corro.

Correr es un verbo con la doble cualidad de transitivo e intransitivo, se define por sí mismo y por su relación con el objeto directo.

A veces dejarlo en si mismo es engrandecerlo, otras veces se nos queda corto y lo tenemos que poner en relación con otras cosas.

Incluso la percepción de nuestro cuerpo cuando no corremos es importante. Paseando, en el parque jugando con los hijos, o disfrutando de una tarde en el puto Ikea puedes evadirte unos segundos y pensar que eres capaz de correr como africano pese a que la imagen que refleja el cristal del escaparate no deja de descojonarse de ese pensamiento "fumeta" y que el aquiles, psoas o aquello que te esté molestando a ciencia cierta es prueba definitiva e indubitada de nuestras limitaciones y carencias.

Hace años en una conversación con un sacerdote hablamos de la dificultad que tenemos en definir con palabras los sentimientos. Estoy agobiado, define agobiado, qué sientes para decir que estás agobiado, y así hasta lograr un punto casi físico. De lo abstracto al detalle.

Con esto de correr muchos hablamos de sensaciones. Buenas sensaciones. ¿Que son?. ¿Donde las sientes?. ¿Cómo las vives?.

Las buenas sensaciones no necesitan de un buen crono, ni proceder de un gran esfuerzo, ni tampoco de un esfuerzo menor al imaginado, ni correr sin dolor, o correr pese al dolor, no es saber que has hecho algo grande ni algo imaginado o alucinante. Nada de eso.

Es algo más.

Sonaba hace un rato una melodía ligera al piano, las notas fluyen, una pide ser seguida por la siguiente y así sumadas formaban una canción inolvidable. Puede que sea el modo de unir las notas eso que llamamos buenas sensaciones.

3 comentarios:

  1. Las buenas sensaciones.... no se buscan, te encuentran ellas a ti.

    es como la inspiración, te visita muy de vez en cuando... mi profe de dibujo me decía: la inspiración te llega cuando menos te lo esperas, por ese motivo que te pille siempre dibujando... y no haciendo el vago.

    Las buenas sensaciones, por lo menos en mi caso, casi nunca llegan cuando las busco, o cuando planeo un entrenamiento o carrera con mimo, tal vez por que las pretensiones para ese día hayan sido demasiado altas.

    Eso sí el dia que se alinean los planetas y todo fluye es sencillamente acojonante.

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  2. Menuda reflexión de fin de semana ...

    Buenas sensaciones, casi no las puedo definir pero eso sí, son efímeras, un instante, un correr por un sendero como si estubieras solo en el mundo, el llegar un día a casa pensando en que no hay nada que te pare.

    Lo curioso es que he estado unos meses con la preparación para ultratrail fijándome solamente en el tiempo y el desnivel, la velocidad no ha sido nada importante y además creo que no la he mirado siquiera y lo que he tenído muchas veces es esa sensación placentera de haber disfrutado de los entrenos, de los senderos, de compartir terreno con las cabras ...

    Me parece que me voy a calzar las zapas y salir a por ellas

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  3. Hace tanto que no las tengo, que no las recuerdo pero en cambio las malas podría escribirte un parrafon entero ahora mismo.
    Aunque ahora mismo lo único que tengo claro es que necesito volver a sentirlas, quiero volver a sentirlas, aunque sea durante durante un breve momento y es que aunque no pueda explicarte que son lo que se es que me hacían sentirme bien y segura de mi misma. Un beso

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