Gadgets para runners, algo diferentes.

Cuando se acumulan muchos días de entrenamiento la sobrecarga llega a los gemelos pero también a la lavadora y a la secadora. Si el cajón de la ropa sucia se llena de ropa sudada y el cajón (-ones) de la ropa running anda a veces medio vacío (¡pero si yo creía tener un montón de ropa!), es que ha llegado el momento de hacer como mi colega Julio, el grande, el sabio.

Julio cuando llega de correr pone la ropa sucia a la bañera y echa un polvo, entendámonos, echa el Ariel a mano, lava y aclara su ropa mientras se ducha. Después la extiende y cuando está medio seca la tiende fuera. Con esto a la mañana siguiente dispone del 100% de su ropa de mañana a mañana, desatasca el ciclo de lavado familiar y no tiene kilos y kilos de ropa dando vueltas por casa.

Llevo un par de semanas con ese sistema y es sencillo, eficaz y amigable.

Mi marca es Bosque Verde de Mercadona.

Porque yo lo valgo.

Sí amigos, este segundo gadget es el conocido film transparente de cocina y con este el runner friki mediocre puede llegar a su más alta cota y ser por fin uno de los grandes.

En manos expertas este sencillo y cotidiano instrumento se convierte en la herramienta más sofisticada que existe en el universo para evitar el clinc-clinc de las llaves al correr.

Para empezar el manojo de llaves tipo El Sereno debe ser evitado. En su lugar usaremos dos llaves, una para el portal y ota para casa unidas por un llavero de aro, así de simple. Se corta un trozo de film transparente de 5 centímetros de ancho, lo suficiente para cubrir el ancho de las llaves y se enrrolla longitudinalmente, bien firme para que las llaves no vayan sueltas y ya están listas para ser llevadas en el bolsillo interior del pantalón.

Con este simple apaño conseguimos la máxima insonoridad acústica y de paso logramos un envoltorio compacto y ergonómico que se ajusta al bolsillo del pantalón y que jamás se caen porque van perfectamente asidas y compactas.

Hasta aquí el tema gadgets.

Por mi parte esta mañana me ha tocado (joder ni que fuera la lotería) 30´ de cambios de ritmo. Es decir, quince minutos fuertes alternados con quince suaves. Los fuertes no a tope (si las series se hacen al 90% estos cambios no más del 80%) y los suaves lo suficiente para bajar pulsaciones. Al final las piernas muy duras pero a tono, buenas sensaciones, como de ir mejorando poco a poco pese a que no ha sido nada exitoso en cuanto a tiempos. El total de tiempo ha sido de 58´y la distancia recorrida alcanza los 11,8k y el promedio es de 4,55. Sí, a menos de cinco, pero lo mejor es la sensación de ligero comfort tras el entrenamiento.

Y con dedicatoria "one more" final, justo después de reconocer que ya no podía más le metimos un minuto extra.

Y como siempre, sí, se podía mas.